sábado, 26 de abril de 2008

Ni el músculo duerme, ni descansa la ambición

Se impone una reflexión ante la ausencia de nuevas canciones en el Tango que suena en la actualidad. La figura del cantor o cantora se ha convertido en una mera decoración en ciertas orquestas nacionales o extranjeras, y los ensambles musicales con importante presencia de obras cantables son generalmente liderados y producidos por los vocalistas. Aún en estos casos el repertorio no suele ir más allá del período comprendido entre 1930 y 1955*.Los tangos se repiten de cantante en cantante y es raro encontrar alguien que arriesgue nuevas canciones propias o ajenas aunque empieza a haber una leve presencia de cantautores, bardos tangueros. La discusión se entabla ante la presencia de la danza que abarca casi todo el Tango en los últimos veinte años llegando a vincularse el género sólo con el baile como si sus otras expresiones no existieran. Es común que el visitante extranjero en Buenos Aires sólo vaya cotidianamente a las milongas y no muestre ningún interés por lo que el Tango puede ofrecerle fuera de esa actividad. Existe una sectorización entre las artes del Tango como si no fuera necesaria su intrínseca relación, su menjunje, para que la Tanguidad sea. Aún, entre las extrañas invenciones que surgen para agasajo de los turistas, hay un Campeonato de Danza de Tango, como si fuera un deporte, en vez de un festival o certamen, algún día a alguien se le ocurrirá postular al Tango Danza como disciplina olímpica… Esta apropiación que el mercado hace del Tango parcializándolo y ofreciendo sus partes individualmente para capitalizarlo, hace que aparezcan como subproductos el canto, la poesía y, en menor medida, la música instrumental. Se parte de la idea de que los bailarines aceptan alguna otra expresión en tanto no les tome mucho tiempo entre danza y danza, como si el canto y lo instrumental fueran simples efectos coloridos, decoraciones inevitables de una noche de baile.
*“la verdad es algo que estuvo inscripto en el pasado. (…) El inconsciente es un saber que garantiza lo propio de la repetición. Es el lugar de la verdad, la verdad que funda la historia y la verdad producida en la historia.” Walter Beller, Carta Psicoanalítica, México, 2003.
©FR

1 comentario:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo. Y hasta es gracioso lo de llevar el tango danza a las olimpíadas. Tratás un tema silenciado. Aparte ¿te gustaría leer algunas letras para componer nuevos tangos? Si es así, te ofrezco lo que escribí en una época y que capaz sirve. (Sin compromiso, por supuest.)
Mientras, te felicito por escribir en el blog, yo hago lo mismo: se abre la posibilidad de una comunicación inmediata y pública, algo único. Un saludo amistoso.