martes, 6 de diciembre de 2011

de El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte (Bardo Thodol)

"Los bardos son oportunidades de liberación particularmente poderosas porque, como muestran las enseñanzas, hay momentos que son mucho más poderosos que otros y mucho más cargados de potencialidad, en los que todo cuanto uno hace tiene un efecto decisivo y de largo alcance. Yo me figuro un bardo como el momento en que se avanza hacia el borde del precipicio; un momento así, por ejemplo, ocurre cuando un maestro expone a un discípulo la naturaleza esencial, original e íntima de su propia mente. De estos momentos, no obstante, el mayor y el más cargado es el de la muerte.

Así pues, según el punto de vista del budismo tibetano, podemos dividir toda nuestra existencia en cuatro realidades continuamente entrelazadas: 1) la vida, 2) el morir y la muerte, 3) después de la muerte y 4) el renacimiento. Se las conoce como los cuatro bardos: 1) el bardo natural de esta vida, 2) el bardo doloroso del morir, 3) el bardo luminoso de dharmata y 4) el bardo kármico del devenir. Debido a la inmensidad y la exhaustividad de las enseñanzas del bardo, este libro se ha estructurado cuidadosamente. Será usted guiado etapa por etapa a medida que se va desplegando la visión del viaje por la vida y la muerte. Nuestra exploración empieza necesariamente con una reflexión directa sobre el significado de la muerte y las múltiples facetas de la verdad de la impermanencia: el tipo de reflexión que nos capacite para hacer un uso enriquecedor de esta vida cuando aún tenemos tiempo y nos permita morir sin tener que arrepentirnos ni reprocharnos el haber malgastado la vida. El célebre santo y poeta tibetano Milarepa lo expresó así: “Mi religión es vivir, y morir, sin remordimientos”.

La contemplación profunda del mensaje secreto de la impermanencia, lo que hay en realidad más allá de la impermanencia y la muerte, nos lleva directamente al corazón de las antiguas y profundas enseñanzas tibetanas: la introducción a la “naturaleza esencial de la mente”.

Comprender la naturaleza de la mente, lo que se podría llamar nuestra esencia íntima, esa verdad que todos buscamos, es la clave para comprender la vida y la muerte porque lo que ocurre en el momento de morir es que la mente ordinaria y sus conceptos ilusorios mueren, y en ese espacio que se abre se revela, ilimitada como el cielo, la naturaleza de nuestra mente. Esta naturaleza esencial de la mente es el telón de fondo de toda la vida y la muerte, como el cielo, que abarca a todo el universo en su abrazo.

Las enseñanzas dejan claro que, si todo lo que conocemos de la mente es ese aspecto de ella que se disuelve al morir, quedaremos sin tener ninguna idea de lo que sigue, ningún conocimiento de esta nueva dimensión de la realidad más profunda de la naturaleza de la mente. Así pues, es esencial que nos familiaricemos con la naturaleza de la mente cuando aún estamos vivos. Sólo entonces estaremos preparados cuando se revele espontánea y poderosamente en el instante de la muerte, podremos reconocerla, dicen las enseñanzas, “tan naturalmente como corre un niño hacia el regazo de su madre”, y, permaneciendo en ese estado, quedar finalmente liberados."

Sogyal Rimpoché

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Fabian
Que loco encontrarte por aca!
Buscaba el libro tibetano del vivir y del morir de Sogyal Rinpoche (que fue mi maestro aca en Londres) y de repente salis vos, que por otro lado alguna que otra vez queria saber de vos! Un abrazo grande
Soy Enrique Galassi (doublebassist!)