miércoles, 6 de diciembre de 2006

Sábado 16 de diciembre en Tres Arroyos


Fabián Russo
presenta su nuevo CD
"El Bardo"

sábado 16 de diciembre en La Casona
Rivadavia 641, Tres Arroyos

Taller de canto 17.00 horas
Concierto 22.00 horas



Vuelve el cantor de tangos Fabián Russo a Tres Arroyos para presentar su nuevo CD “El bardo” el sábado 16 de diciembre en el centro cultural La Casona con canciones tangueras clásicas y modernas junto a artistas invitados de nuestra ciudad. Además, dictará una Taller de Canto para quienes deseen conocer más los secretos del Tango cantado. Como docente de canto ha trabajado en diversas escuelas de música en Holanda, Alemania e Inglaterra. En Argentina, a la par de la actividad privada, imparte clases en la Academia Nacional del Tango, a la que pertenece como Académico Correspondiente desde 1991.

Fabián Russo debutó discográficamente en 1991 con Por el tango.., junto a la orquesta holandesa Sexteto Canyengue, con quienes volvió a grabar en 1993 el cd Tiburonero. En 1996 graba, esta vez junto al quinteto Bailongo, el cd Tiempos viejos, además de haber participado en varias grabaciones de ensambles holandeses en diferentes géneros. Como compositor y poeta su obra ha sido grabada por artistas europeos y latinoamericanos del calibre de Winanda van Vliet, Patricio Wang y Liesbeth Anker, entre otros. Fabián Russo es considerado uno de los pioneros del Tango en los Países Bajos (Sexteto Canyengue) aunque también se ha presentado a lo largo de los años en Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y el Lejano Oriente, entre otras tierras que ha visitado. Se ha presentado junto a artistas del calibre de Osvaldo Pugliese, Roberto Goyeneche, Horacio Ferrer, Mercedes Sosa, Jaime Torres, Eduardo Lagos y Hernán Salinas, entre otros. También ha sido cantor de las orquestas Color Tango y la del maestro Domingo S. Federico y Bien de Abajo, entre otras de gran prestigio.






martes, 5 de diciembre de 2006

Luna llena (tango)


La luna llena del cielo

se aburre colgada

sobre el callejon corton

y está tirada en el suelo

del rojo pañuelo

de un patio en reunion.


Alli, se oye gotear la pileta

y aqui soñando guarda el aljibe

la estrella que exhibe

la luz de un farol

y está girando coqueta

la eterna veleta cortada en laton


Luna llena

giró carmin la pollera

que cimbra en gracia y pasion

sirviendo al gesto del varon

la vida entera.

Luna llena

redonda monda y serena

mas en la calle que grita

juega un hombre su rencor

a cara o cruz

como una sombra maldita

que se agita en su infinita luz.


La luna mira callada

la danza apretada

que tiene emocion y accion

y hay un despecho que diste

la musica triste de aquel corazón.


Total, el son del tango se apaga

y al fin

frente a la dicha que pierde

hay alguien que muerde

su pena de amor

y con borrones de bruma

la luna se esfuma

por el callejón.


Cátulo Castillo

domingo, 3 de diciembre de 2006

Luna llena


Parte y se parte la palabra
y en cada boca cuece su trasmigración
aliento en donde fuimos un instante
aquellos que podíamos amar

parte y desparte su calor de lobo
destino de verdades imposibles
que van armando historia para que el viento sepa
su viaje prodigioso/ su bello literar

ruge la palabra partida en nuestros labios
al convocar el agua/ luna/ el vacilante
arco que dibuja su deseo
en nuestra única espalda

la misma de escribir y de olvidar.
( a S.U.)
F. R.

sábado, 2 de diciembre de 2006

¿Qué pasó en el Día de la Música?/ What happened on the Day of the Music? (spanish/ english)


Habíamos llegado al Bar de Cao, maderoso y ocre en su esquina eterna de Matheu e Independencia, cumpliendo con la convocatoria hecha por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a los que habíamos sido premiados en el Certamen de los Bares Notables pero esta vez celebrando el Día de la Música. Tomamos esta oportunidad como la última presentación en el año de nuestro trío (Hernán Reinaudo, Julián Graciano y F.R.) y parecía muy bueno el hecho de que el lugar ya estaba lleno. Los abrazos con amigos, el infaltable e indispensable "alemán" Enrique Snider con Graciela, los vericuetos del sonido y sus frecuencias, las tres sillas dispuestas en el escenario. Así fue que abrimos el concierto para un público atento y dispuesto como última presentación del día de las que se habían desarrollado por toda la ciudad en bares, calles, veredas y demás lugares hasta insólitos. Hasta que llegó la policía. Mientras cantaba no sé qué cosa ví entrar uniformados. Tal vez todo fue muy rápido, viví una especie de dejá vu de tiempos idos. En cierto momento indefinible tuvimos que dejar una canción en la mitad, apagar los micrófonos, cerrar los instrumentos. Antes, por puro afán resistente, se nos ocurrió hacer una versión bastante desaforada del tango Acquaforte, tan anarquista todavía. Acompañados por los aplausos y protestas del público bajamos del escenario a encontrarnos con nuestros vinos y cervezas aliados a otras copas que llegaban en manos de amigos tan sorprendidos como nosotros buscando una respuesta a esta, en principio, censura ejercida por la Federal. ¿Qué pasó en el Día de la Música? La Ciudad de Buenos Aires, por la que fuimos contratados a través de su dependencia de Bares Notables representada por Marcelo Ginesta ( que cumplía años ese día y no pudo estar presente) organizó nuestra actuación, broche final de un día en el que la música se halló por toda la ciudad, en un local que no tiene habilitación para ejecutar música en vivo los días de semana. Así fue que un vecino desvelado acudió a la policía con su queja a las 22.00 horas y, con diligencia, la fuerza pública se hizo presente para callar al cantor y sus guitarristas mientras, seguramente, en algún otro lugar era más que requerida. El Bardo habitual.



We had come to Cao's Bar, timbered and tawny as allways on it’s eternal corner of Matheu street and Independencia avenue, fulfilling with the summons done by the Government of the City of Buenos Aires, those that we had been rewarded at the Contest of the Notable Bars but this time celebrating the Day of the Music. We took this opportunity as the last presentation of our trio this year (Hernán Reinaudo, Julián Graciano and F.R.) and it seemed to be very good the fact that the place already was full with audience. The encounter with friends, the inevitable and indispensable “alemán” Enrique with Graciela, the rough terrain of the audio techniques and its frequencies, three chairs arranged on stage. We begon the concert for an attentive audience as last presentation of the day of those who had played around the whole city in bars, streets, paths and other places up to unusual. And the police came. While I was singing do not what I saw to enter blue uniforms. Maybe everything was very fast, I lived through a kind of dejá vu of old dark times. In certain undefinable moment we had to leave a song in the half, extinguish the microphones, close the instruments. Before, for pure resistant zeal, it happened to us to do a version behaved in an outrageous way enough of the tango Acquaforte, so anarchistic it still is yet. Accompanied by the applaus and protests of the public we went down the stage to meet our wines and beers that were allied to other glasses that were coming in hands of surprised friends as us seeking for an answer to this situation, maybe a new censorship exercised by the Policía Federal. What happened on the Day of the Music? The City of Buenos Aires, by which we were contracted across its dependence of Notable Bars represented by Marcelo Ginesta (who was celebrating his birthday on that day and could not be present) organized our presentation, final clasp of one day in which the music was situated in the whole city, in a place that does not have fitting out(qualification) to execute live music during week days. It was that a wakefull neighbor came to the police with his complaint at 22.00 p.m and, diligently, the public force became present to keep silent about the singer and his guitarists while, surely, in some another place it was more needed. The usual Bardo.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Fin de semana en Tres Arroyos/ Week-Eind op Tres Arroyos (spaans/ nederlands)




Tuve el placer de participar en la inauguración de un nuevo centro cultural, La Casona, en la ciudad surera de Tres Arroyos, colonia holandesa en Argentina. Fueron tres días emocionantes donde los artistas de la zona desplegaron sus artes y me invitaron a participar de ellas (¡cantamos hasta no morir!). En La Casona hay espacio para la música, la plástica, el teatro, y todo lo que se refiere a la cultura bajo la égida de un grupo de amigos, entre ellos y conmigo, que llevan una década dedicados al impulso de estas expresiones en esos lares del sur de la provincia de Buenos Aires.


Entre esta primeras imágenes, dos de sus mentores, Roberto y Berta.

Ik was op het week-eind in Tres Arroyos, nederlandse colonië te Argentinië. Het was de opnening van een nieuwe cultureel centrum waar alle kunsten zijn uitgenodigd. Ik heb drie nachten door gezongen met amateur en professionele zangers uit de regio. Deze nieuwe inititiatief brengt frisse lucht aan een bijna vergeten stadje ter zuiden van Buenos Aires.


Fueron noches de nuevas amistades y alegría por el éxito rotundo de este proyecto que vió cada noche a La Casona repleta de público. La fiesta de inauguración seguirá unos cuantos días allí sobre la Avenida Rivadavia al 500. Hemos cantado y cantado con Roberto, el Pato y el guitarrista cantor Carlos Russi.